Filopampa nació en 2005 en la Hacienda Los Pirineos, fruto de una profunda amistad con la familia Urrutia y la inspiración de «Beto», un verdadero Gaucho. Entre asados a la cruz, mates junto al fuego y guitarras españolas, descubrimos la belleza y la utilidad del cuchillo criollo.
Lo que comenzó como una admiración por las herramientas de trabajo de «El Vasco» en la llanura pampeana, se convirtió en una misión: que la gente pudiera tener en sus hogares un pedazo de esa historia. Hoy, nuestras piezas únicas llegan a toda Europa y Sudamérica.